La ciudad tiene profundas raíces en la administración ambiental, administrando cuidadosamente sus propiedades urbanas y de espacios abiertos para proteger los ecosistemas. La ciudad también gestiona los espacios públicos para la seguridad y el bienestar de nuestra comunidad mediante la reducción y eliminación de pesticidas (insecticidas, herbicidas, fungicidas, etc.), fertilizantes sintéticos y otros químicos relacionados con problemas de salud en las personas. Estas sustancias tóxicas también contaminan nuestras vías fluviales, impactan negativamente en la biodiversidad y dañan nuestro medio ambiente.
La ciudad se esfuerza constantemente por mejorar las prácticas de gestión para que sustenten mejor los suelos, la vegetación, los polinizadores y otros animales salvajes. Esto ayuda a detener la pérdida de biodiversidad, al mismo tiempo que crea una ciudad hermosa y habitable.
Este programa se asocia con científicos de investigación, líderes comunitarios, organizaciones sin fines de lucro, escuelas, empresas y otros gobiernos locales para proporcionar recursos y ofrecer programas a los residentes para mejorar la salud pública e implementar prácticas sostenibles en la propiedad privada.