Un servidor comunitario de corazón, Valdez buscaba dar el salto a una junta o comisión oficial de la ciudad, pero había un problema: su idioma preferido es el español, y las reuniones típicas de la comisión se llevan a cabo en inglés. Afortunadamente, Valdez no fue la única persona que pensó en cómo hacer que la ciudad fuera más inclusiva.

De líder comunitario a comisionado

Carlos Valdez se enorgullece de servir a la comunidad. Entre sus turnos en el departamento de productos agrícolas de un supermercado local, Valdez ocupa su tiempo buscando formas de apoyar a sus vecinos. “Cuando alguien necesita ayuda, siempre digo que sí,” dice.

En un día típico, aboga por otros residentes de casas manufacturadas, se desempeña como conector de la comunidad y como conector de respuesta de emergencias o se reúne con otros miembros de la comunidad latina para explorar la vasta red de senderos de Boulder a través de Explorando Senderos de Boulder.

“Trabajar con Community Connectors me abrió muchas puertas,” dice Valdez. Al involucrarse con su comunidad para brindar comentarios sobre la respuesta de la ciudad al COVID-19, la supervisión policial, la biblioteca y los proyectos de estacionamiento, Valdez a ver que tenía mucho que ofrecer.

Servidor comunitario de corazón, Valdez buscaba dar el salto a una junta o comisión oficial de la ciudad, pero había un problema: su idioma de elección es el español y generalmente las reuniones de la comisión se llevan a cabo en inglés. Afortunadamente, Valdez no fue la única persona que pensó en cómo hacer que el gobierno municipal fuera más inclusivo.

Los esfuerzos dieron sus frutos. Valdez se postuló para la Comisión de Relaciones Humanas (HRC son sus siglas en inglés). A principios de este año, el Concejo Municipal lo nombró miembro de la HRC, lo que convirtió a Valdez en uno de los pocos comisionados de Boulder que principalmente habla un idioma que no es el inglés.

Los esfuerzos dieron sus frutos. Valdez se postuló para la Comisión de Relaciones Humanas (HRC son sus siglas en inglés). A principios de este año, el Concejo Municipal lo nombró miembro de la HRC, lo que convirtió a Valdez en uno de los pocos comisionados de Boulder que principalmente habla un idioma que no es el inglés.

En los primeros meses de su nombramiento de cinco años, el gobierno municipal está aprendiendo cómo hacer que sus juntas y comisiones sean más inclusivas, dando paso a cambios institucionales y sistémicos más profundos que son necesarios para hacer avanzar el trabajo de equidad. Al desafiar el pensamiento de “hacer las cosas como siempre,” el gobierno, junto con la comunidad, puede crear espacios en los que todas las personas sean bienvenidas en la mesa de toma de decisiones.

Conversaciones que dan forma a la visión del gobierno de la ciudad

La ciudad de Boulder tiene 20 juntas y comisiones que ayudan a dar forma a proyectos y políticas sobre temas que van desde el uso de la tierra y la vivienda hasta distritos especiales y espacios abiertos. La misión de la Comisión de Relaciones Humanas es única. Busca fomentar el respeto mutuo dentro de la comunidad y construir relaciones amistosas entre culturas. En el pasado, la HRC ha ayudado a desarrollar las celebraciones del Día de los Pueblos Indígenas y el Día de Martin Luther King Jr. También ayuda a hacer cumplir la Ordenanza de Derechos Humanos de la ciudad.

Para la HRC, la inclusión en la junta va más allá de la importancia simbólica. También puede conducir a mejores resultados, dice Lindsey Loberg, quien preside la comisión.

Un ejemplo revelador tuvo lugar hace unos años cuando la HRC se dispuso a reescribir el lenguaje obsoleto y de género en la Ordenanza de Derechos Humanos de la ciudad. Loberg, que es trans, se apoyó en su experiencia personal y pasión para hacer avanzar el esfuerzo, junto con Out Boulder County.

“Honrando las necesidades de nuestros voluntarios”

Ingrid Castro-Campos, Gerente del Programa de Derechos Humanos, se desempeña como secretaria de la HRC. En su función, ayuda a coordinar reuniones y se comunica con Valdez regularmente para conversar uno a uno sobre los materiales y proyectos de la comisión. Desde su perspectiva, brindar acceso lingüístico respeta a los voluntarios que trabajan duro por nuestra comunidad.

“Una de las mayores y más hermosas lecciones es que estamos respetando las necesidades de los participantes y voluntarios,” dijo Castro-Campos. “Se trata de dignidad.”

Eliminar las barreras del idioma

Cuando la ciudad aprobó su primer Plan de Equidad Racial en 2021, consolidó su intención de expandir la influencia de personas no blancas de la comunidad a través de un compromiso inclusivo y receptivo. Proporcionar acceso en varios idiomas es un paso hacia esta visión.

Si bien el inglés es el idioma dominante en el área de Boulder, más de 40,000 personas en el condado de Boulder hablan otros idiomas y es importante que el gobierno satisfaga sus necesidades. En Boulder, el español es el segundo idioma más hablado, con más de 1,700 hispanohablantes que también se identifican como de dominio limitado del inglés, término que se refiere a la capacidad de una persona para hablar, leer, escribir o comprender inglés a un nivel que les permita interactuar efectivamente con la ciudad de Boulder.

“Cuando hablamos de acceso lingüístico, lo que queremos decir es que el idioma no sea una barrera para que las personas accedan a información o servicios, o para participar en el proceso democrático,” dice Manuela Sifuentes.

Como Gerente del Programa de Acceso Lingüístico de la ciudad, Sifuentes desarrolló el primer Plan de Acceso Lingüístico de la ciudad, que incluye procedimientos para ayudar al gobierno municipal a cumplir con sus requisitos legales y aspiraciones para que los programas y servicios gubernamentales estén disponibles en otros idiomas.

Para las reuniones de la HRC, esto significó incluir personal especializado: intérpretes simultáneos español-inglés.

“A través de los servicios de interpretación y traducción, el idioma ya no es una barrera para que Carlos sea comisionado,” dijo Sifuentes.

En las reuniones, realizadas en línea por ahora, los comisionados y el personal eligen su idioma preferido y continúan su reunión como de costumbre. Cuando la discusión es en inglés, Valdez escucha la interpretación en español, y cuando habla, los demás comisionados escuchan la interpretación en inglés.

Hasta ahora, el proceso está funcionando bien, dice la secretaria de la comisión, Castro-Campos: “El intérprete va y viene y hace que funcione sin problemas”.

El impacto de la interpretación ya está creciendo más allá de la participación de Valdez. En una audiencia pública reciente, una participante pudo presentar su propuesta del Día de los Pueblos Indígenas en su español nativo.

Mirando hacia el futuro

Loberg quiere que los esfuerzos para impulsar la accesibilidad y la representación se extiendan más allá del estrado de la HRC. Después de todo, la HRC solo puede opinar sobre un pequeño conjunto de problemas que afectan a Boulder, y como junta asesora del Concejo Municipal, su poder para implementar cambios es limitado. “Si la representación no se incluye en la política, el impacto es limitado,” dijo Loberg.

Loberg argumenta que todas las juntas y comisiones de la ciudad, especialmente aquellas que supervisan asuntos clave en Boulder, deberían esforzarse por ser más representativas de la comunidad en general. “Si estas prácticas se estuvieran extendiendo, tendrían un mayor impacto,” dijo Loberg.

El Comisionado de Relaciones Humanas, Carlos Valdez, está de acuerdo y considera que su participación es solo el comienzo. “Si la ciudad puede ofrecer [interpretación], tal vez podamos traer más comisionados que no hablen inglés,” dijo Valdez. “Creo que estoy abriendo la puerta a otras personas.”

Recursos