- Diálogo. Hablar y escuchar para comprender.
- Desacuerdo. Desarrollar la capacidad de asumir riesgos y tolerar la incomodidad al participar en desacuerdos.
- Responsabilidad personal. Reflexionar sobre nuestras propias perspectivas y prejuicios y asumir la responsabilidad de lo que dices independientemente de la intención.
- Potencia. Disminuir los desequilibrios de poder para promover la participación inclusiva.
- Co-creación. Comparta la propiedad e influya en el proceso y el resultado.
- Inclusivo. Sea intencional para reunir diversas voces. Recuerde que todos pueden tener múltiples identidades que informan los intereses de formas únicas. Pregunte quién más necesita estar en este vídeo conversacion. Considere con frecuencia los grupos subrepresentados como los jóvenes, las personas de color, las diferencias de clase social (incluidos los inquilinos frente a los propietarios), las diferentes formas de pensar (diversidad cognitiva) y un amplio espectro político.
- Receptivo y receptivo. Priorice las ideas de la comunidad y busque la opinión del público en las primeras etapas del proceso de toma de decisiones. Brinde retroalimentación y seguimiento. Ayude a los miembros de la comunidad a comprender cómo se toman las decisiones, especialmente cómo se reconocen las opiniones del público en las decisiones.
- Accesible. La ciudad utiliza múltiples medios y plataformas para llegar a la comunidad.
- Organizado. Establezca expectativas claras para las reuniones y otros procesos públicos.
- Discusión más completa. Explore todos los problemas en lugar de debatir soluciones estrechas.
Esta visión se desarrolló a través de Building Bridges, un proyecto que involucró a los miembros de la comunidad a través de discusiones en vivo y en línea. En lugar de ofrecer un conjunto de reglas a seguir, esta visión representa los ideales a los que aspiramos, proporcionando un lenguaje común para hablar sobre cómo pretendemos tratarnos unos a otros y qué decir cuando nos quedamos cortos.