Resumen
Esta guía está destinada a ayudar a aquellos que están considerando la posibilidad de realizar trabajos subterráneos de forma privada para ayudar a evaluar la viabilidad de su proyecto y proporcionar algunos consejos útiles y orientación para agilizar el proceso y hacerlo más eficiente.
¿Qué es un sistema de distribución?
El sistema de distribución es una red de infraestructura que entrega energía (electricidad) y servicio a la comunidad. Esto generalmente consiste en postes y cables para un sistema aéreo y cables subterráneos y equipos sobre el suelo (transformadores y pedestales) para un sistema subterráneo.
Es útil entender que muchos de los polos en el Boulder infraestructura de viviendas comunitarias de múltiples servicios públicos, incluida Xcel Energy y telecomunicaciones, como CenturyLink, Comcast, etc. La eliminación de los postes requiere el enterramiento de cada uno de los servicios públicos que actualmente utilizan los postes. Enterrar todos los servicios eléctricos y de telecomunicaciones requiere una gran planificación y coordinación. Por lo general, hay un costo separado asociado con el soterramiento de cada servicio público.
Descripción general y consideraciones
La planificación de la conversión aérea a subterránea de los servicios secos requiere que muchas empresas y vecinos se unan y se alineen en el alcance y el costo. Una conversión típica requerirá el soterramiento del sistema de distribución, así como el servicio individual para cada hogar.
Es importante determinar los objetivos y el alcance de un proyecto desde el principio para que pueda articularse a todas las empresas de servicios públicos. A algunos les puede resultar útil contratar a un contratista eléctrico calificado que esté familiarizado con las líneas de comunicación y energía subterráneas, así como con las necesidades de servicio de cada propiedad.
Debido a que el soterramiento afecta a todas las propiedades que reciben servicios y/o colindan con los servicios que se van a soterrar, es mejor comenzar determinando el interés individual y la capacidad financiera de un grupo de vecinos para participar. Esto debe evaluarse antes de contratar a las empresas de servicios públicos para minimizar la modificación de los diseños, aumentando la eficiencia y la puntualidad del esfuerzo.